domingo, 24 de julio de 2011

RELOJ DE PARED

Está arrancando un reloj
de pared con minutero
erguido, sube a la meta
en su vehículo aéreo.


Ya suenan doce tonos graves,
doce eructos de cencerro
tras una fiesta movida
con largos, solemnes ecos.


Ya quedan cinco segundos 
para que acabe un goteo:
costura de campanadas
bordando encajes de sueño.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno...,
el aire queda en silencio.


En borde de acantilado
se detuvo la hora en seco.
De parada repentina
fallece un anciano péndulo.


A. Macías Luna
(Derechos de autor)

No hay comentarios:

Publicar un comentario