La hechura del soneto | se presenta rara
si aborda creaciones | de estructura densa.
Es renovador papa | quien de pronto piensa
tentar la tradición | y hábil se enmascara
tras la práctica asidua, | tras el genio para
mostrar lo poco usado, | fantasía inmensa:
acto que le obliga | a una labor intensa
al ceñirse en las sienes | tan honrosa tiara.
Reliquias de once sílabas, | propongo un ascenso:
¿Queréis subir a trece? | Probemos fortuna;
pero atended las pausas, | no saltéis ninguna.
Y al hemistiquio cojo | le esparciré incienso
sumando seis y siete | (da igual al revés)
para guiar a los versos, | y no den traspiés.
(He marcado la cesura de los versos para demostrar el cómputo silábico de cada uno: Son todos de 7+6 sílabas con excepción del 7º verso, que es de 6+7. La diferencia con el verso alejandrino puro estriba en que éste tiene hemistiquios de de 7+7 sílabas; de ahí lo de "hemistiquio cojo" mencionado en esta composición ).
A. Macías Luna
(Derechos de autor)
jueves, 23 de junio de 2011
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