domingo, 8 de noviembre de 2009

MI VIDA


Al despertar del lóbrego agujero,  
las pasiones humanas
se hunden de nuevo en simas abismales.
Al encenderse el astro mañanero, 
se iluminan paredes y ventanas, 
zaguanes, soportales. 
Calles mitad en sol, mitad en sombras 
se llenan de color 
con tupidas alfombras 
que rozan una veta gris de asfalto. 
Cón ánimo y vigor 
mi torre al cielo va de un solo salto.

 Mis ojos buscan todo cuanto existe, 
con empeño persiste 
mi corazón, que encumbra 
al ser que mi yo alumbra.

Sin temor a la vida miro al frente, 
marcho con la cabeza levantada. 
Por sí misma se forma la pendiente 
que a fuerza de años pesa en mi terreno, 
sin usar voladura controlada, 
sin mecha ni barreno.

A. Macías Luna (Castilblanco, España) 
(Derechos de autor)

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