Diminuta partícula entristecida
de goma de borrar,
reposas en la mesa, rota y sin vida,
sobre vetas marrones, amplio barbecho,
maderamen de lecho.
Minúscula reliquia,
menospreciable punto, blanda materia,
en mis ojos destella tu color vivo.
Mi alma crece en miseria
al ver tu soledad, tu breve tallo.
Eres fresca, invisible rosa de mayo;
como su olor, tu esencia pobre percibo.
Cabeza de alfiler,
sol del amanecer,
enmarca tu grandeza la sombra oscura
que unos rayos de luz detrás extienden
de tu enclenque figura.
Tú albergas largas sendas,
que no todos entienden,
de moléculas y átomos,
de función integral y derivada;
orbes que configuran la propia nada.
Imagino tus vastos mundos secretos,
me asomo a tu desierto, rudo y rosado.
Eres arena frágil, hoja del viento,
de la tarde alevosa que de mi lado
te arrancó sin pensarlo en un momento.
A. Macías (Castilblanco, España)
(Derechos de autor)
domingo, 8 de noviembre de 2009
MOTA DE GOMA DE BORRAR (silva, los versos dodecasílabos son de hemistiquios de 7+5)
Publicado por
Antonio Macías Luna
a las
15:50
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