domingo, 8 de noviembre de 2009

SOPOR EN UNA BIBLIOTECA


En esta biblioteca huele a sano
vino rancio, a un soplo de cultura,
mas un sueño me agobia con dulzura
mientras se aquietan alas en mi mano.

Me posé en unas hojas creando, ufano,
la canción de un juglar con travesura
literaria, que expresa la diablura
de mi duende satírico y mundano.

No obstante, de mis párpados se alejan
en papel las escritas filigranas,
en cuyo blanco espejo se reflejan

las ondas lisas de mi ingenio yermo.
Con el suave narcótico de arcanas
estrofas, entre líneas, me duermo.


A. Macías
(Derechos de autor)


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