Se mueven las palabras en mi entorno,
Un universo en torno a mis adentros:
Un espacio cruzado por imparables órbitas,
Por vías emanadas del cerebro.
No se encienden a veces por pereza
Las farolas verbales conocidas.
Estos antiguos signos soterrados
Duermen gestando noches de vigilia.
No hago más que invocar a las palabras,
Las llamo por sus nombres.
A veces arden tantas en mi boca
Que hacen que me equivoque.
A. Macías
(Derechos de autor)
No hay comentarios:
Publicar un comentario