domingo, 28 de mayo de 2017

¿PARA QUÉ ESCRIBO?



Casado con la noche,
me he sentado a cenar.
Suenan chasquidos de alabastro herido:
la cuchara metálica sobrevolando un plato.
Suena un gruñido grave de metal:
el trazo circular de mi pluma sin meta.

¿Para qué escribo?
Tiro del hilo de los pensamientos.
Mis oídos agudos
permanecen atentos
al idioma universal del silencio,
pero nadie me escucha.

¿Para qué escribo?
Continúo cenando con la duda:
un canto que desciende sin dar chispas,
sin saber cuándo lanzará una voz.

No es tarde para ponerme a escribir.
No es tarde para desembarazar
a la noche preñada
que la matrona de mi mano
hará parir en un rellano blanco.

Tal vez me he puesto a escribir a deshora
bajo el toro blanco de arqueados cuernos,
Cojo polen del aire,
y se fecunda mi jardín mental.

A la oscuridad, parturienta esposa,
de tanto preguntar para qué escribo,
vengativa sin postre me dejó.
Y a la postre,
he escrito.

© Antonio Macías Luna
V. Alemana (Chile), 31-07-2008


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