Mirada, tú ardes como ascua hundida,
misiva escueta de un amor oculto,
misántropo que clama con indulto
misericordia por seguir con vida.
Mirada de esperanza renacida
mientras se entierra como inerte bulto
mi lento fenecer en el sepulto
misterio de tu fosa desabrida.
Mi destino se cruza con el tuyo,
mistral que sopla débil y se alienta
mixturado con rachas de murmullo
místico. Para no ser más un reo
militando en prisión de muerte lenta,
mírame con fogatas de deseo.
(Derechos de autor)
¡Qué soneto precioso! Con el agregado de la "m" al comienzo de cada verso..Tiene para mí varios niveles de lectura, pero creo que sobresale la desesperación del amante que no se siente correspondido con igual pasión. Ella es fría, o mística... él siente que se muere lentamente. Saludos!
ResponderEliminar