domingo, 8 de noviembre de 2009

LA CATEDRAL DE CÁDIZ


Sobre la Tacita de Plata
aguanta firme, catedral.
Eres su único pedestal
cuando el temporal se desata.

No te duermas, no te amodorres.
Las sirenas, al susurrar,
airado alborotan al mar
mientras muerde el tiempo tus torres.

Desde la plaza de las Flores
se empalagan piedras robustas,
y en tus callejuelas vetustas
perviven marinos olores.

Desde un castillo te escudriña
prendándose de ti, amorosa,
la Caleta larga y ociosa:
brazo del barrio de la Viña.

De piedra amarga con sal eres
bajo el prado limpio del cielo.
Te tocas con un fino velo
que cobija a bellas mujeres.

Tu cúpula, tu áurea bola,
en el agua azul cabrillea,
y con el sol brava pelea
por ser corazón de la ola.


A. Macías (Castilblanco, España)
(Derechos de autor)

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