(Retrato de mi padre, óleo de mi autoría)Lanza la tarde ante rosado atril
luces con apagada melodía
sobre rostros decrépitos que al día
con mirada, despiden, infantil.
Tras una mesa, con vigor sutil
encorva cuerpos la postrimería;
arbustos que se duermen en su umbría
y, sin querer, se asoman al pretil
anciano de la vida. Junto a ellos,
una cabeza venerable enseña
sienes cóncavas, débiles cabellos
y nariz sobre valles, aguileña.
Se enmustia en un sillón, en triste encuadre,
la savia inteligente de mi padre.
A. Macías
Castilblanco (España), nov. 2000
(Derechos de autor)
Bello soneto de una gran fuerza y amor de un hijo hacia ese padre ausente en el tiempo, pero presente en el hoy. El retrato es el recuerdo que perdura por siempre.
ResponderEliminarFelicitaciones.