En las afueras arde una farola
con apocado y deprimido rayo.
Un naranjo sirviendo de lacayo
honra a la majestad de altiva cola.
Rostro de ojos cerrados enarbola
la noche con nefasto y negro sayo.
La oscuridad sobre el enorme tallo
de metal aletea hostil y sola.
Se encienden blancas luces navideñas
con llamativo y esplendente tono,
que regocijan páramos y breñas.
Con cetros ígneos y cuajado trono,
lámparas de la aldea le hacen señas
a la triste farola en abandono.
A. Macías (poema publicado en el Suplemento Literario CARIBANÍA de la Revista LA CASA DE ASTERIÓN -volumen IX, núm. 36, de la UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO, Barranquilla, Colombia)
(Derechos de autor)
viernes, 31 de octubre de 2008
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