Cirros blancos nos miran desde el cielo,
detenidos nos miran en su vuelo.
Echan de menos algo que nos sobra
para comenzar su obra:
la inalterable tinta,
azul, negra, distinta
de la sangre carmín,
que divisan de arriba por doquier.
Plumas suaves y espléndidas de euforia
nos desean hablar de antigua gloria;
loable menester
si contaran, sinceras, nuestra Historia.
A. Macías (Publicado en Nuevos Autores de la Poesía Española/2, de España)
(Derechos de autor)
viernes, 17 de octubre de 2008
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