lunes, 13 de octubre de 2008

LAS SIRENAS DE CHILE

Chile se hace oír a todo pulmón,
Chile tiende al cielo un sonoro lazo.

Con garganta ronca manda el mediodía
su voz estirada en un mismo horario.
Ágiles sirenas saludan al mundo,
cantan un poema con acento hermano
desde el norte seco al húmedo sur,
una franja angosta con hielos abajo;
al oeste azules y un mar de borrascas,
al este montañas y andinos barrancos.

Nunca oí un silbo igual, una voz
de alarma en aumento, un bemol tan largo.
Son como violines las rechinantes
notas, como ensayos de certeras manos.

No son campanadas que azotan al viento,
no asustan al aire golpes destemplados.
Son gritos agudos que se desentierran
para revivir cada día en lo alto.

A las doce en punto me llegan lamentos:
pumas viejos braman en pueblos y campos,
me lanzan mensajes teñidos de paz
hasta silenciar y caer exhaustos.
Yo, viajero errante, emisario amigo,
elegí quedarme con el candelabro
de mi noche hispana, para iluminarla
con los resplandores de rugidos largos.

Chile se hace oír, me llama con fuerza,
Chile se une a mí con sonoro abrazo.

A. Macías
(Derechos de autor)

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